martes, 6 de enero de 2015

Cómo crear una empresa Purgatorio en unos sencillos pasos

Ahora que has decidido que este modelo de empresa es el más adecuado para ti, necesitas seguir algunas reglas para dirigir adecuadamente este tipo de empresas:

1. Paga salarios por debajo del promedio del mercado (al menos un 30% menos). Es mejor si establece una mezcla de salario fijo más incentivos, porque puede reducir tu costo fijo aún más. Es muy importante que estos incentivos vayan ligados a niveles de ventas altos, lo suficientemente altos para que te sientas a gustos pagando estos incentivos cuando las metas sean alcanzadas (si es que alguna vez son logradas).



2. Desarrolla una obsesión por los detalles y por la "micro-administración". Siempre debes dar instrucciones específicas sobre como debe hacerse una tarea, luego escribe esta tarea (puedes usar un software de gestión de tareas como Outlook) y dale un seguimiento cercano y exhaustivo a la ejecución de cada tarea.



3. Programa reuniones frecuentes para revisar estas tareas. No dejes que nadie interrumpa estas reuniones hasta que hayas terminado de revisar cada pendiente. Debes enojarte mucho si algún empleado no ha realizado alguna tarea. Siempre pídele a tus empleados que se comprometan en fechas de conclusión. Una vez que hayas terminado de revisar tus lista de tareas, pregunta si existen algunos otros asuntos que valga la pena darles seguimiento. Escribe los que consideres pertintentes y programa otra junta para revisarlos todos de nuevo. Nunca borres un pendiente de tu lista, auqneu tus empleados te juren por sus madres que ya lo completaron. Espera a que puedas verificarlo por ti mismo. Almacena todos tus pendientes aunque ya hayan sido completados, para futuras revisiones.



4. Usa los pecados de tus empleados en su contra. Recuerda que tus empleados vienen del Inferno (no hubieran aceptado el trabajo si hubieran venido del Cielo). Nunca confíes en ellos y no dejes de achacarles sus errores. Usa sus pecados en su contra: humilla a los orgullosos, desmotiva a los glotones, confronta a los irascibles, acusa a los vanidosos por las omisiones de los perezosos y no dejes que los perezosos se vayan de vacaciones.



5. De vez en cuando dí algo que los desestabilice. Puede ser algo como "Espero un mayor esfuerzo de tu parte" o "Deberías buscar una mejor solución". Despáchalos antes de que te puedan argumentar. Funciona mejor cuando lo dices mientras transitas por sus lugares o cuando esa persona interrumpe una reunión. Asegúrate de que la persona se retire con los argumentos atorados en su cabeza. Sabrás si esta estrategia fue efectiva al día siguiente, si el empleado no durmió bien pensando en lo que le dijiste.



6. Ambigüedad. Aunque tu les exigas a tus empleados respuestas claras, nunca, y me refiero a nunca de los nuncas, des una respuesta clara tu mismo cuando se trate de temas económicos. No compartas cuanto gana la empresa o cuantos ganas tú. Mantén la información fragmentada, de tal forma que nadie vea la película completa. Los incentivos debe ser difíciles de calcular  y debe estar sujetos a varias condiciones. Es mejor si cada área de la empresa tienen objetivos ligeramente distintos, eso causara fricción, evitara que se de unidad entre los empleados y te dará de que quejarte en las juntas.




7. Resultados imposibles. Siempre demanda resultados imposibles: más calidad, más rápido y más barato. No te conformes con nada. Si tus empleados logran alcanzar la meta, felicítalos (no mucho) y pide más. Siempre busca el negrito en el arroz, la mosca en la pared, la mancha en el mantél (tú me entiendes). Si te ves forzado a dar un discurso motivador, siempre concluye con un "pero...".



8. Nunca les digas a tus empleados que están en un Purgatorio. De vez en cuando habla sobre el futuro brillante que la empresa tiene y sobre como esto garantiza su estabilidad y puede mejorar su ingreso (se los más ambiguo posible en la parte económica).





9. No te endeudes. Un Purgatorio no puede subsitir si lo endeudas. Las deudas pondrán una presión adicional y (Dios no lo permita) te puedes ver forzado a depender de tus empleados. Cuando tienes deudas, debes vender más, lo que te hace más dependiente de tu fuerza de ventas. Si tus empleados detectan esta debilidad, te pediran más dinero y mejores condiciones de trabajo, y tu modelo de Purgatorio estará condenado. Además, la deuda te hace crecer más rápido y puedes perder control. Nunca cedas ni un milímetro de control. Los Purgatorios deben crecer lentamente (por debajo de la media de la industria) para asegurar su permanencia.




10. Se disciplinado. Recuerda, tú escogiste permanencia sobre grandeza, no pierdas ese enfoque. Estarás sujeto a muchas tentaciones y puedes confundirte de vez en cuando, pensando que puedes tener ambas cosas. NO ES POSIBLE, esto no es EUA, esto es Latino américa, y nada grandioso sobrevive más de dos sexenios (a menos que estés escogiendo a los presidentes en turno). Renuncia a la grandeza con cada mínimo detalle: no des conferencias, no tengas oficinas modernas, no tengas un logo atractivo o un eslogan pegajoso, no presumas, no trates de cambiar el mundo, no trates de ser un ejemplo y no trates de hacer nada que llame la atención.



11. No leas más artículos sobre negocios. Especialmente si fueron escritos por académicos del Primer Mundo. Ninguno servirá para tu compañía y solo estarás perdiendo tiempo valioso.





Por último, no esperes que te felicite si logras perpetuar una empresa Purgatorio. No hay nada substancial en ello.

Gracias por leer

No hay comentarios:

Publicar un comentario